Cuento Infantil ilustrado de la escritora dominicana radicada en la ciudad de Nueva york, Maricela MartÃnez.
Divertida y educativa historia para enseñar a nuestros más pequeños que el amor no mira el exterior, sino, el interior de los seres vivos.
Al final vio un sembradÃo cubierto de bayas. Avanzó hacia allá y entre las frutas vio unos árboles enanos que llamaron su atención. TenÃan las hojas iguales a las de las fresas y las ramas descendÃan levemente por el peso de las frutas que parecÃan peras rosadas. Bastó probar una para descubrir que era la fruta más dulce y jugosa que habÃa comido.